Por qué te gusta la comida chatarra según la ciencia

¿Alguna vez te has preguntado por qué te gusta tanto la comida chatarra y por qué y la prefieres antes que a los alimentos saludables?

Aunque no lo creas, esto tiene una explicación científica. Así que tranquilo, aquí encontrarás una explicación razonable a todos esos momentos de debilidad que has tenido en tu vida.

¿Por qué te encanta la comida chatarra?

La comida chatarra nos parece irresistible por tres factores: su sabor, el bombardeo de publicidad que hay sobre ella y aunque no lo creas, por una necesidad evolutiva.

Su sabor es adictivo

¿Has notado que cuando te sientes enojado, estresado o ansioso comes comida chatarra? Esto es porque su consumo está asociado a un efecto placentero. Según un estudio, sus ingredientes ultra-procesados ricos en grasas, azúcares y sales inducen la producción de dopamina, una sustancia producida en el cerebro que nos da una sensación de bienestar y placer. 

Además, como tienen un alto contenido de sustancias químicas, consumirlos frecuentemente hace que tus papilas gustativas se saturen y pierdan sensibilidad a los sabores. Esto ocasiona que alimentos saludables como frutas y verduras te sepan insípidos y que sólo quieras volver a consumir comida chatarra.

La publicidad, otro factor importante

A que no puedes comer sólo una. ¿Qué fue lo que pensaste al leer eso? Así de buena es la publicidad que rodea a la comida chatarra. La exposición a un bombardeo constante de publicidad que la hace ver agradable, que sea fácil de conseguir y que sea mucho más barata que la comida saludable son factores que influyen para que la comida chatarra nos encante.

Ahora sabes por qué aunque ser saludable este de moda sigues acudiendo a los restaurantes de comida rápida.

Más que un deseo, una necesidad evolutiva

Sí, por más increíble que parezca, esto es real. Los hábitos de nuestros antepasados de hace miles de años siguen presentes en nuestros días. Incluso puede decirse que seguimos siendo un homo sapiens ancestral en una era industrial (sí, en serio).

La era industrial que hizo posible que obtengamos comida en supermercados y restaurantes pasó hace sólo 200 años. La revolución de la agricultura que hizo que cultivemos nuestros alimentos ocurrió hace 10,000. Pero antes de todo esto, nos dedicamos a cazar y a recolectar alimentos por más de 100,000 años.

¿Te imaginas cómo era un día típico de nuestros ancestros?  El historiador Yuval Noah Hanari expone en su libro Sapiens que para sobrevivir teníamos que recolectar frutos y cazar animales, por lo que comer todos los días no era una garantía. Si uno de nuestros antepasados encontraba un árbol del cual caían higos, su primera reacción era comer todos los que pudiera antes de que llegara otra especie a atacar. La evolución hizo que este patrón de comportamiento se codificara en nuestro ADN. Por esta razón instintivamente buscamos alimentos ricos en grasas, azúcares y sales, la única diferencia es que ahora los obtenemos de un supermercado y no de la recolección. ¿Interesante no? 

Y entonces, ¿qué hacemos?

Que te encante la comida chatarra tiene una explicación perfectamente científica, pero si se ingiere en exceso puede ocasionar enfermedades como obesidad, hipertensión o diabetes. Consumirla de manera ocasional en raciones pequeñas no afecta. Evita también sustituir tus comidas diarias por comida chatarra.

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