¿Sabías que cada año se pierde o se desecha casi un tercio de la comida producida en todo el mundo para consumo humano? Lo que equivale a 1,3 billones de toneladas. 😰 ¿una cifra excesiva no?
Además muchos ecosistemas son arrasados y la lista de especies en peligro de extinción no deja de crecer.
Tu también puedes impulsar el cambio, no tires comida o no compres más alimentos de lo que en realidad necesitas. Las empresas de alimentación tienen mucho que hacer para evitar este tipo de consecuencias.
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Contaminamos más que las grandes ciudades
La producción, el transporte y la manipulación de alimentos son actividades que emiten una gran cantidad de gases con efecto invernadero. Es lo que se conoce como huella de carbono y se expresa en kilos de CO2.
Toda la comida que generamos y no consumimos representan unas 3,3 Gigatoneladas de CO2, lo que no se compara con lo que contaminan día a día China y Estados Unidos.
Se calcula que el 28% de la superficie de la Tierra dedicada a cultivo sirve para producir “comida que tiramos”. Se trata de una superficie más grande que Estados Unidos.
Usamos más agua
Destaca la a gran cantidad que se usa para regar los campos, dar de beber al ganado, entre otras actividades agropecuarias. Lo que se traduce a 250 km3 de agua, que representa más de la mitad al volumen del Lago leman, localizado entre Francia y Suiza.
Cultivamos más de lo que se necesita
Usamos de forma voraz tierra para cultivos y pastos.
Además muchos ecosistemas son arrasados y la lista de especies en peligro de extinción no deja de crecer.
Tu también puedes impulsar el cambio, no tires comida o no compres más alimentos de lo que en realidad necesitas. Las empresas de alimentación tienen mucho que hacer para evitar este tipo de consecuencias.
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